¡Cómo nos gusta el verano! El buen tiempo, el callejeo, las fiestas de pueblos y ciudades, las cañitas en las terrazas y los “picamos cualquier cosa, con lo bien que se está en la calle”. Disfrutar de esa salida de horarios y rutinas es muy gratificante y necesario.

Necesario sobre todo para echarlo de menos, ya que pasadas las semanas de desorden y jolgorio a una se le pone el cuerpo de añorar un poco de orden, de empezar a cuidar este cuerpo serrano, de desincharlo de los excesos del verano y de poner en forma cuerpo, mente y espíritu. Para eso septiembre es ideal. Es el mes de los propósitos por excelencia y de las ganas de la vuelta a la rutina, de comer sano, de comer bien.

El pescado cuida de tu salud

¡Cómo nos gusta el verano! El buen tiempo, el callejeo, las fiestas de pueblos y ciudades, las cañitas en las terrazas y los “picamos cualquier cosa, con lo bien que se está en la calle”. Disfrutar de esa salida de horarios y rutinas es muy gratificante y necesario.

Necesario sobre todo para echarlo de menos, ya que pasadas las semanas de desorden y jolgorio a una se le pone el cuerpo de añorar un poco de orden, de empezar a cuidar este cuerpo serrano, de desincharlo de los excesos del verano y de poner en forma cuerpo, mente y espíritu. Para eso septiembre es ideal. Es el mes de los propósitos por excelencia y de las ganas de la vuelta a la rutina, de comer sano, de comer bien.

Y cuando se trata de comer bien y de comer sano el pescado no puede faltar. El pescado es sano, y no lo digo solo yo, lo dicen las autoridades sanitarias nacionales y mundiales: “El consumo de pescado aporta múltiples beneficios para la salud humana”

Ayuda, entre otros, a prevenir enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso, contribuye a combatir estados inflamatorios, a aumentar y mantener la masa muscular y al mantenimiento de la visión. Además, mejora el desarrollo neurológico de lactantes y niños pequeños, y contribuye a un adecuado crecimiento de niños y niñas.

Así que cómo no va a estar un alimento tan bueno en nuestra lista de la compra cuando empieza septiembre y nuestro propósito de mejorar nuestra alimentación. El pescado nos ayuda a todo esto especialmente por su alto contenido de ácidos grasos y proteína de alto valor biológico. Y la buena noticia es que vale cualquier pescado.

Los pescados más caros, como el besugo o el mero no tienen más nutrientes ni mejores que otros más humildes como la sardina o el verdel. Es más, ocurre lo contrario, los pescados azules pequeños, que normalmente suelen ser los más económicos, son los que contienen más ácidos grasos como el famoso omega tres o los más ricos en vitaminas liposolubles como la preciada vitamina D.

La pregunta del millón es: ¿cuánto pescado hay que consumir para conseguir todos estos beneficios? Un mínimo de 3 raciones a la semana. De ahí en adelante lo que quieras.

Las autoridades sanitarias recomiendan especialmente el pescado azul, sin despreciar el blanco. Y recuerdan que el pescado congelado y el enlatado tiene un valor nutricional equivalente al fresco.

Así que ,ya sabes: cuídate. Come alimentos ricos y sanos y disfruta con ello. Goza de la gran variedad de pescado que nos ofrece nuestro mar. Anímate a probar especies que no conozcas, todas son buenas para tu salud.

On egin! … ¡Y feliz vuelta al cole!

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