No puedo estar más en desacuerdo con este dicho popular. ¡Y mira que estas sentencias anónimas suelen guardar mucha sabiduría! Pero no, en mi opinión, en este caso no acierta. Aparte de su posible procedencia cántabra, no he podido saber nada más sobre el origen de este refrán. Puedo intuir, pero es sólo una suposición...Continue Reading