1,5 kg de verdel (en bruto) preparado en lomos tamaño medio y sin ninguna espina 1 vaso grande de vinagre de vino
¼ vaso grande de agua
1 cuchara sopera colmada de sal
Aceite de oliva virgen extra
Ajo finamente picado
Perejil finamente picado
Prepara los verdeles. Si los has traído ya en lomos de la pescadería, asegúrate de quitarles todas las espinas. Esto lo harás muy fácil con una pinza. Una vez libres de todas ellas, sobre una tabla, trocea cada lomo en pedazos más o menos de bocado y los reservas.
Mezcla enérgicamente el vinagre con el agua y con la sal hasta que esta se haya diluido del todo.En esa mezcla sumerges los trozos de verdel durante 2 horas. Asegurándote de que todos ellos están en contacto con la salmuera y no pegados entre sí. Verás que empiezan a ponerse blancos enseguida.
Pasado ese tiempo los aclaras un poco con agua para retirarles el exceso de vinagre y los introduces en el aceite junto con los ajos y el perejil finamente picados. Has de comprobar que todos los trozos están en contacto con el aliño.
Congela el conjunto durante 5 días (si lo quieres dejar más tiempo no pasa nada, recuerda los tiempos de congelado del pescado azul del capítulo 4). Después lo dejas descongelar en el frigorífico respetando la cadena del frío. ¡Y a comer!
