Empezamos por pochar las cebollas junto con los ajos. Cuando vemos que está pochado, añadimos la salsa de tomate o los tomates troceados y seguimos con el pochado. Después se agrega el vaso de coñac y las tintas de txipirón. Dejamos pochar suavemente todo, unos minutos más. Cuando ya tenemos la cebolla y todos los ingredientes bien negros, retiramos del fuego y pasamos todo por la batidora.
¡No asustarse! El resultado va a ser una salsa negra muy muy muy espesa.
Ahora, vamos a ir introduciendo poco a poco los trocitos de txipirón, que según se vayan cocinando, van a soltar mucha agua y van a hacer que la salsa quede más ligera.
Ya sólo queda que los txipirones se cocinen en la salsa a fuego medio/suave. En unos 20 ó 30 minutos lo tendréis ya tiernos, todo dependerá de su grosor. La textura se comprueba pinchando con un tenedor.
Se rectifica de sal.
¡Y listo! ¡A reposar!