Con todos los ingredientes IMPRESCINDIBLES preparados en la cocina, NO OLVIDAR NINGUNO, nos disponemos a trocear las verduras en una tabla, con mucho cariño y amor, sin prisas y con gusto por lo que estamos haciendo. Y las vamos vertiendo en un wok o sartén grande.
Primero las más duras como zanahoria o pimientos varios, y lo último las más blandas como la col, la lombarda o el calabacín. Mientras, vamos cociendo la pasta fresca que, una vez cocida, aliñamos con aceite, pimienta y albahaca.
Dejaremos las verduras en el punto que más nos gusten, al dente, o más hechas, las aderezamos con sal, pimienta, especias o salsa de soja, lo que queramos. Las retiramos del fuego y las reservamos en la misma sartén.
Para entonces ya tendremos preparados los trozos de pescado que haremos en una plancha. Puede ser pescado blanco o azul, fresco o el que tengamos congelado de casa. Todo nos vale. Incluso de lata.
Y ya solo nos queda hacer el emplatado con todo, las verduras, la pasta y el pescado. Y con toda la imaginación que nos venga en gana. Al final, nos hemos preparado un completo plato único lleno de vitaminas, minerales, proteínas…y lo más importante, con mucho mucho amor. Ojalá que lo disfrutes a tope, y ya sabes…visualizalo, imaginalo un rato en tu mente. On egin!!