Picamos el pescado finamente, lo ponemos a marinar sumergido en el zumo de lima con sal, en un recipiente de cristal, durante un media hora, en el frigorífico. Mientras tanto, podemos ir picando finamente el resto de ingredientes.
Pasado ese tiempo sacamos el pescado, lo escurrimos concienzudamente y lo mezclamos bien con los demás ingredientes. Corregimos de sal y aceite y lo volvemos a meter al frigorífico un ratito más. ¡Y a emplatar!
Siempre acompañado de tortitas o nachos de maíz.
¡Provecho!