Congela los lomos de lubina durante 5 días como ya sabes. Al ser una preparación en la que no vamos a someter al pescado a ninguna fuente de calor lo has de congelar previamente.
Filetea los lomos de lubina finamente con un cuchillo bien afilado. Esto lo puedes hacer incluso con los lomos aún sin descongelar del todo, quizás te resulte más fácil. Procura que los trozos sean muy finos, todo lo que puedas. Y los puedes dejar con la piel o sin ella, eso ya a tu gusto.
Exprime las tres limas, añade una cucharadita de sal al zumo y mezcla bien hasta que la sal esté disuelta. Pon este marinado en un bol e introduce los trozos de lubina en él. Asegúrate de que todos estén en contacto con la mezcla, y no unos pegados a otros. Metes el bol tapado en el frigorífico durante media hora para que se marine. Mientras tanto, puedes ir picando finamente los tomates, sin pepitas ni piel, la cebolla y el cilantro.
Pasada la media hora sacas el pescado, lo escurres concienzudamente y lo mezclas bien con los demás ingredientes troceados. Corriges de sal, lo aliñas con aceite, un poco de orégano, el chile o la guindilla y pimienta. Y lo vuelves a meter al frigorífico cinco minutos más.
Ya solo te queda emplatar. Servirlo dentro de un aguacate, como en la foto, es una manera de hacerlo, pero puedes presentarlo en el recipiente que más te guste. Siempre acompañado de tortitas o nachos de maíz.