Primero preparamos la salsa de tomate sofriendo todas las verduras y el tomate troceado largo rato. Ahora ya sabemos que este hecho nos ayudará a la absorción de sus micronutrientes.
Una vez hecha la salsa introduciremos el bonito, pero ¡OJO! nada más introducirlo apagaremos el fuego y dejaremos que se cocine en el calor residual. Esto lo hacemos porque el bonito se cocina enseguida y no queremos que quede seco.
Y ya está nuestra dosis de salud lista para comer y para disfrutar.
On egin!
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