A nosotras nos piden casi siempre el pescado para rebozar en lomos con o sin piel, pero lo podéis preparar como más os guste.
Much@s ya sabemos que para rebozar el pescado hay que seguir los siguientes pasos: introducirlo en el huevo, salarlo al gusto y, finalmente, freírlo en aceite caliente, intentando dejarlo jugosito pero no crudo.
Serán tres elementos los que nos distingan un rebozado sano de uno que no lo es: el aceite que usemos, la temperatura que alcance ese aceite y el ajo.
On egin!