La sardina la podemos cocinar de diferentes maneras. Por ejemplo a la brasa o a la barbacoa en cuyo caso la dejaríamos con cabeza y con tripas y las haríamos enteras, lo que comúnmente llamamos una sardinada.
En casa las podemos hacer fritas y con ajos y guindillas, con verduras, con un pochado de cebolla. La podemos rebozar sin la espina y la cabeza abierta mariposa. En escabeche, marinada… Y al horno, emulando una sardinada a la brasa también queda muy rica y no desprende casi olor.